A medida que el gato envejece, tienen lugar una serie de cambios en su organismo, lo que significa que su dieta y la forma en que se le alimenta también deben cambiar. A partir de los 11 años aproximadamente, el gato se considera 'sénior' y requiere nutrientes distintos a los de las primeras etapas de su vida.
¿Qué pasa en el organismo de los gatos a medida que envejecen?
A medida que un gato avanza en edad, y aproximadamente desde los 11 años, se harán evidentes unos signos externos de cambios en su organismo y su comportamiento.
Puede que duerman más o que se comporten de manera distinta, que sean menos sociables o maúllen más. Su piel y su pelo se vuelven menos sedosos, ó incluso aparecen canas. El paso del tiempo también tendrá efecto sobre sus articulaciones y puede que sean menos capaces de caminar firmemente, saltar o acicalarse.
Internamente, las funciones corporales del gato se ralentizan. Su sistema inmunológico es menos eficaz, al igual que su digestión. Problemas dentales, como el desgaste de los dientes o la gingivitis, pueden afectar a su apetito, ya que comer puede volverse doloroso para ellos; esto a su vez puede provocar pérdida de peso. Los sentidos del olfato, gusto y oído también disminuyen al igual que su resistencia al estrés.
El gato también puede comenzar a sufrir enfermedades comunes en los gatos sénior, como enfermedad renal, diabetes, osteoartritis ó hipertiroidismo, aunque estas pueden ser tratadas con la dieta y la medicación adecuadas.
¿Qué impacto tiene el envejecimiento en las necesidades nutricionales de los gatos?
Dado que las funciones orgánicas del gato están cambiando, necesita una nutrición distinta de la de cualquier otro momento de su vida.
Ahora a su sistema digestivo les cuesta más digerir y absorber los nutrientes de los alimentos, especialmente las grasas y las proteínas. Los problemas dentales y digestivos también pueden dificultarle comer ó masticar alimentos que antes consumía, por lo que unas texturas más suaves y tipo mouse pueden ser más fáciles de asimilar.
Al disminuir su capacidad de oler y saborear puede verse afectado su apetito, por lo que el alimento deber ser especialmente palatable para estimular que lo coman y por tanto, seguir obteniendo los nutrientes que necesitan.
¿Qué nutrientes necesita un gato sénior?
Para reforzar la salud de tu gato y ralentizar la progresión de enfermedades asociadas al envejecimiento, su alimentación debe incluir determinados nutrientes, como la glucosamina, el sulfato de condroitina, los ácidos grasos (como el EPA/DHA) o el extracto de mejillón verde, que ayudan a mejorar la movilidad de los gatos de edad avanzada. Las dietas veterinarias diseñadas específicamente para mejorar la movilidad en gatos han demostrado que reducen el dolor después de un mes de tratamiento nutricional.
Los trastornos digestivos se pueden combatir con dietas diseñadas específicamente y con la selección adecuada de nutrientes de alta calidad. Por ejemplo, las proteínas de fácil digestión facilitan la digestión a los gatos mayores. La pulpa de remolacha puede tener un efecto prebiótico beneficioso, mientras que los ácidos grasos omega 3 EPA/DHA ayudan a mantener la salud digestiva.
Los gatos de edad avanzada pueden desarrollar insuficiencia renal crónica y sufrir problemas urinarios. En el caso de gatos maduros con predisposición a estos problemas, la restricción de fósforo en la dieta puede contribuir a retrasar la aparición de la enfermedad. El fósforo es uno de los primeros elementos en alcanzar niveles tóxicos en la sangre de los gatos que padecen insuficiencia renal. También son beneficiosos los alimentos húmedos y los que ayudan a aumentar la ingesta de agua, ya que aumentan el volumen de orina que expulsa el gato y reducen el riesgo de formación de cálculos.
La dieta da los gatos sénior debe cumplir cuatro requisitos: ser fácil de digerir, ser completa y equilibrada, ayudar a mantener el bienestar y ralentizar los procesos asociados con el envejecimiento. Pide consejo a tu veterinario para saber qué alimento es el más adecuado para tu gato sénior.