¿Qué es el virus de inmunodeficiencia felina?
El virus de inmunodeficiencia felina (VIF) es el equivalente al VIH en los gatos. Cabe destacar que las personas no pueden infectarse con el VIF, mientras que aproximadamente entre el 1 % y el 5 % de los gatos portan este virus.
Una vez que un gato se infecta con el VIF, el virus permanece en su cuerpo de forma persistente durante toda su vida.
¿Cómo se propaga el VIF en la comunidad felina?
El VIF se propaga a través de peleas y mordeduras, por lo que suele darse en gatos más jóvenes no esterilizados y con acceso al exterior, especialmente, cuando están estableciendo un territorio.
También se puede propagar a través de transfusiones de sangre si la sangre no se ha analizado previamente.
¿Qué sucede si un gato se infecta con el virus de inmunodeficiencia felina?
El VIF avanza muy lentamente durante varios años, destruyendo los glóbulos blancos del gato, lo que le hace perder su capacidad para combatir enfermedades. Este debilitamiento del sistema inmunitario hará que el gato tenga una mayor propensión a sufrir infecciones secundarias y tarde más tiempo en recuperarse de enfermedades y afecciones cotidianas.
¿Cuáles son los síntomas del VIF?
Un gato que padezca el VIF mostrará varios síntomas diferentes. Como propietario, deberás prestar especial atención a cualquiera de estos síntomas:
- Pérdida de peso
- Fiebres
- Infecciones
- Diarrea
- Letargo
Los gatos afectados también podrían desarrollar enfermedades neurológicas y algunos tipos de cáncer.
¿Existen pruebas para detectar si mi gato tiene el VIF?
El veterinario podrá determinar si tu gato o gatito se ha infectado con el VIF a través de un análisis de sangre.
Si mi gato tiene el VIF, ¿debería plantearme la eutanasia?
El hecho de que un gato tenga el VIF no es motivo para practicarle la eutanasia, pero deberán tomarse una serie de precauciones sanitarias razonables y no se le deberá permitir deambular libremente ya que podría infectar a otros gatos.
¿Puedo vacunar a mi gato o gatito contra el VIF?
Desde 2002 existe una vacuna contra el virus de inmunodeficiencia felina.
A la hora de vacunar a tu gatito, deberás conocer las diferentes categorías de vacunas.
Concretamente, existen dos categorías: las vacunas "básicas" y las vacunas "recomendadas". Los veterinarios deberán administrar todas las vacunas básicas a todos los gatos y gatitos, independientemente de su estilo de vida.
Las vacunas básicas son:
- Gripe felina, tanto herpesvirus felino (HVF) como calicivirus felino (CVF)
- Virus de la panleucopenia felina (VPF)
- Virus de la leucemia felina (VLF)
La vacuna contra el VIF no se incluye en la categoría de vacunas básicas, lo cual significa que no todos los gatos o gatitos necesitan vacunarse. Los veterinarios administrarán las vacunas incluidas en la categoría de vacunas recomendadas en función del estilo de vida del gato o gatito.
Si te preocupa el tema y deseas saber cuáles son exactamente las vacunas que deberás ponerle a tu nuevo gatito, pregunta a tu veterinario, ya que este te indicará las vacunas necesarias teniendo en cuenta diversos factores, como el hecho de si tu gato deambulará libremente en zonas exteriores o si estará en contacto con otros gatos.
¿Cuántas inyecciones le pondrán a mi gato o gatito?
La vacuna contra el VIF consta de tres inyecciones, que se administrarán con un intervalo de 2 a 4 semanas.
¿Cuándo estará protegido mi gato contra el VIF?
Tu gatito no estará protegido hasta después de la tercera inyección, por lo que deberás mantenerlo en un lugar interior hasta entonces.
¿La vacuna contra el VIF requiere una vacuna de refuerzo?
Tu gatito necesitará una vacuna de refuerzo un año después de haberle administrado la segunda inyección y, posteriormente, de forma anual. El veterinario te informará sobre el calendario de vacunación y te recordará cuándo deberás ponerle las vacunas de refuerzo.
Recuerda, si no estás seguro sobre algún aspecto relacionado con las vacunas que deberás ponerle a tu nuevo gato o gatito, pregunta siempre al veterinario.
