A medida que tu perro envejece, es posible que sufra algunas dolencias comunes que surgen cuando sus órganos vitales y funciones corporales comienzan a ralentizarse. Aunque se trata de enfermedades complejas, tienen tratamiento; así pues, no dejes de consultar al veterinario en cuanto percibas cualquier primer signo de enfermedad.
Cataratas y pérdida de visión en perros sénior
Una dolencia común en todas las razas y tamaños de perros es el desarrollo de cataratas. Al igual que sucede con los humanos, los perros desarrollan cataratas cuando las células que forman el cristalino se van acumulando con el tiempo y hacen que este se vuelva opaco. En consecuencia, sus ojos adquieren un tono azulado y su visión comienza a deteriorarse.
Los perros con diabetes desarrollan cataratas con mayor rapidez, ya que esta afección está relacionada con un exceso de glucosa en la sangre. La diabetes en sí es más común en los perros obesos; así pues, mantener a tu perro en su peso corporal ideal es una buena forma de evitar enfermedades asociadas como las cataratas. Las visitas periódicas al veterinario permitirán la detección temprana de esta enfermedad; en el 80 % de los casos, la cirugía de cataratas en sus primeras fases ofrece unos resultados satisfactorios.
Hipotiroidismo en perros de edad avanzada
Esta es la enfermedad hormonal más común en los perros y se da cuando la glándula tiroides comienza a debilitarse y se vuelve hipoactiva. Aunque las causas del hipotiroidismo no están del todo claras, se asocia al hecho de que el sistema inmunitario de tu perro "ataca" a la tiroides dañándola, o también puede derivarse de los tratamientos administrados para controlar una tiroides hiperactiva.
Si tu perro sénior sufre de hipotiroidismo, cogerá peso aunque siga con la misma dieta. Los perros con esta enfermedad pueden mostrarse reacios al ejercicio, además de sufrir debilidad y ansiedad. Su pelaje también se verá afectado, al perder pelos y volverse seco y apagado; y su piel se tornará gruesa y grasa, y les picará de vez en cuando.
Osteoartritis en perros sénior
La osteoartritis es una causa común de cojera en los perros mayores y está causada por el deterioro gradual del cartílago que cubre las articulaciones. Debido a la lenta regeneración celular en los perros de mayor edad, no existe ninguna cura, pero el tratamiento ayuda a aliviar el dolor y retrasa la progresión de la enfermedad.
El dolor en las articulaciones y la dificultad para moverse suelen verse simplemente como consecuencias del envejecimiento, pero si observas que a tu perro le cuesta especialmente moverse, llévalo al veterinario; quizá puede aliviarle el sufrimiento.
Los perros con sobrepeso son más propensos a sufrir osteoartritis debido a la presión adicional sobre sus articulaciones, por lo que mantener el peso ideal es una buena medida preventiva. También puedes darle alimentos con nutrientes que contribuyan a la salud de las articulaciones (como los ácidos grasos omega 3, con efecto antiinflamatorio) o complejos de nutrientes específicos con eficacia clínica (por ejemplo, curcumina, colágeno y polifenoles té verde), glucosamina y condroitina.
Perros sénior y disfunción cognitiva
A medida que tu perro envejezca, es posible que notes cambios en su comportamiento. Algunos cambios pueden atribuirse al envejecimiento, pero otro factor puede ser la disfunción cognitiva, que se manifiesta en los perros de forma similar al alzhéimer en las personas.
Los vasos sanguíneos de los perros se deterioran a medida que envejecen, lo que reduce el flujo sanguíneo y de oxígeno al cerebro. Esto afecta al comportamiento, causando desorientación, falta de reconocimiento, olvidos, interrupciones del sueño e incluso agitación u hostilidad.
Estos síntomas pueden angustiar mucho a tu perro, pero se pueden mitigar. Sáca a tu perro a dar paseo cortos de forma regular y utiliza las órdenes que le enseñaste cuando era un cachorro. Reduce el estrés manteniendo su rutina diaria y considera la posibilidad de darle alimentos ricos en antioxidantes, que pueden proteger las células frente a los radicales libres.
Aunque tu perro sénior padezca estas dolencias comunes, no tiene por qué sufrir. Si observas alguno de estos síntomas, visita a tu veterinario para que te ayude a ofrecerle los mejores cuidados posibles.
